Día Mundial de la Salud Mental: Recomiendan trabajar en la prevención como medida para evitar los suicidios
Día Mundial de la Salud Mental:
Recomiendan trabajar en la prevención como medida para evitar los suicidios
- Entre el 2020 y junio del 2024 (54 meses) el país registró un promedio de 38 suicidios mensuales.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) resaltó hoy la importancia de crear conciencia sobre la prevención del suicidio, que se ha convertido en una de las principales causas de muerte en el país que, entre el 2020 y junio del 2024, dejo unas 2,073 personas muertas bajo esas circunstancias, un promedio de 38 mensuales.
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la coordinadora de la Defensoría de Personas con Discapacidad del CONADEH, Betina Hernández exhortó a las autoridades hondureñas y a la población en general, a trabajar en la atención de la salud mental, que es un derecho humano que forma parte del derecho que tienen todas las personas a una salud integral.
Indicó que ese tema debe ser atendido como sociedad y no dejarlo solo en manos de las secretarias de Educación y Salud, dos de las instituciones gubernamentales que tienen bajo su responsabilidad la atención del problema.
Agregó que las municipalidades deben jugar un papel importante, en la atención de la salud mental, porque “tierra adentro” no se cuenta con la prestación de esos servicios.
Necesitamos tener, a nivel de base comunitaria, la formación de lideres comunitarios que puedan brindar atención de primeros auxilios y detectar, en algún nivel, los síntomas que propician que la persona entre en una crisis que pueda desencadenar en un suicidio.
Mencionó que, en el Distrito Central, se cuenta con, al menos, ocho consejos familiares y alrededor de 18 centros de salud donde se brinda atención psicológica con equipos interdisciplinarios para manejar los temas que al final son las causas que devienen en problemas de ansiedad, depresión que luego provocan los intentos de suicidio.
Sostuvo que se debe trabajar en el tema de la prevención, ya que los suicidios son el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento.
Sin embargo, cuestionó que la prevención no se ha abordado adecuadamente, en el país, lo que impide que la gente busque ayuda y eso contribuya a que este problema de salud pública aumente, cada año, como lo evidencian las cifras registradas en Honduras, desde el año 2014, que suman alrededor de 3,829 casos de suicidio.
El suicidio es un problema de salud pública que, según expertos en el tema, está rodeado de estigmas, mitos, tabúes y que cada caso que se presenta es una tragedia que afecta gravemente no sólo a quien lo comete, sino que también a las familias y las comunidades.
El problema de salud mental está asociado con la falta de oportunidades y las condiciones de pobreza y de miseria que, en Honduras, afecta siete de cada diez hondureños, a eso se suma la violencia, la situación de inseguridad y todas las crisis que se experimentan y que afectan especialmente a la juventud, sobre quien tiene una grave incidencia.
Hernández señaló que una de las barreras más frecuentes es la falta de apoyo familiar a las personas que presentan algunos síntomas en su condición de salud, ya sea por desconocimiento o por prejuicio.
Muchas veces, por estigma y discriminación, los familiares se hacen a un lado e impiden que a sus hijos les den la atención adecuada o no les prestan atención.
Nos estamos enfrentando con hogares desintegrados, abandonados, con niños, niñas y jóvenes inmersos en las redes sociales, donde no se socializa ni se interactúa con otras personas y no se recibe amor, cuestionó.
Entre el 2020 y junio del 2024, alrededor de 2,073 personas habrían tomado la fatal decisión de quitarse la vida, de las cuales 246 eran menores de 18 años que representan el 12% de los casos. El 68% de los niños estaban en un rango de edad de 15 a 18 años y el 29% entre los 11 y los 14 años.
175 suicidios en el primer semestre del 2024
En el primer semestre del 2024, se registraron 175 suicidios, en 17 de los 18 departamentos del país. Entre las víctimas figuran jornaleros, agricultores, comerciantes, amas de casa, estudiantes, guardias de seguridad, albañiles, soldados y profesionales de diferentes ramas.
El 60% de las personas recurrieron al ahorcamiento, el 22% al envenenamiento, mientras que otras utilizaron armas de fuego y armas blancas para quitarse la vida.
